Abdelkader Lagmouchi, un magrebí que fue acusado de intentar matar a un compatriota suyo al que propinó una herida con un cuchillo en el cuello en una agresión que tuvo lugar el año pasado en la puerta de un bar de ses Figueretes, tendrá que cumplir una pena de siete años y medio de prisión por tentativa de homicidio.
Esta es la pena que ha fijado para el acusado la Audiencia Provincial, tras dictar sentencia de un juicio que se celebró este mes en Eivissa y en el que el imputado defendió en todo momento que el suceso había sido producto de un «trágico accidente». En este sentido, la abogada que ejerció su representación legal intentó hacer valer que todos los informes apuntaban a que la víctima recibió una punzada en el cuello, y no corte, apoyando así la tesis de que Abdelkader hirió al otro hombre accidentalmente cuando éste se le abalanzó.
El tribunal, por contra, ha entendido que esta versión no concuerda con la realidad. En el juicio, un testigo aseguró que el acusado, con síntomas de ebriedad, pidió que se le guardara la cerveza antes de salir a la puerta del bar. Instantes después, se produjo la agresión con arma blanca.