Dos turistas perdieron ayer la vida en Eivissa. Un hombre de unos 50 años de edad falleció a primeras horas de la tarde en Cala Vedella después de sufrir un infarto.Pocas horas después, otro británico perecía en la piscina de un hotel de es Canar de la que fue sacado aún con vida después de que se observara como se ahogaba.
Los servicios de emergencia se movilizaron sobre las dos y media de la tarde después de que se diera el aviso de que una persona precisaba atención sanitaria en Cala Vedella. Testigos presenciales explicaron a este periódico que el turista navegaba en una embarcación cuando empezó a sentirse mal. Momento después, una zodiac lo trasladó a la playa, lugar donde continuaron dándole masajes cardiorespiratorios en un intento desesperado por salvarle la vida hasta que llegó una ambulancia del 061. El turista, pese a todo, no reaccionó al tratamiento de choque que se le dio y falleció. El forense dictaminó su muerte por un paro cardiaco.
La emergencia sanitaria volvió a activarse poco antes de las cinco de la tarde en un hotel de es Canar en cuya piscina se estaba bañando el británico Clifford S., de 62 años de edad.
La historia desgraciadamente volvió a repetirse. El turista pudo ser sacado del agua aún manteniendo sus constantes vitales. Tras todos los esfuerzos que de reanimación que se realizaron, Clilford S. expiró.
Asimismo, en Palma, se registró otra muerte. Una alemana de 77 años murió en la bahía al desmayarse mientras nadaba, según informó Efe.