Los temores sobre el alto riesgo de incendios en Balears para este verano se hicieron realidad ayer. Cuando en Mallorca se terminaba de sofocar un fuego en Lloseta que ha arrasado cien hectáreas, otro incendio forestal se declaraba en Eivissa. El fuego, iniciado en Sant Miquel, calcinó cerca de dos hectáreas en terreno forestal y agrícola.
Los efectivos del Parque Insular acaban de apagar un incendio en un torrente de Puig den Valls donde ardieron 500 metros cuadrados cuando poco antes de las tres de la tarde comenzaba el fuego en Can Rubió (Sant Miquel).
Más de seis horas estuvieron los bomberos, apoyados por personal del Ibanat, trabajando en esta parte de la isla. Las llamas, tras ser extinguidas poco antes de las nueve de la noche, quemaron 8.700 metros cuadrados de zona forestal y algo más de una hectárea de terreno agrícola, en uno de los incendios más importante ocurrido este año en la isla.
El avión contraincendio, con base en Eivissa realizó dos descargas después de volar desde Mallorca, lugar donde participaba en las tareas de extinción de Lloseta.
La situación, sin embargo, se complicó cuando este avión fue de nuevo requerido en Mallorca al iniciarse un nuevo incendio en la urbanización de Son Vida, lugar donde ardieron otras dos hectáreas de pinar