La localidad holandesa de Camp Zeist acogerá desde mañana el juicio contra los dos agentes libios Abdel Basset Al-Megrahi y Amin Al-Jalifa Fahima, acusados de perpetrar el atentado de Lockerbie, el 21 de diciembre de 1988. Ambos están acusados de colocar una bomba con explosivos Semtex en un Jumbo de la línea aérea estadounidense Pan Am que explotó a 9.500 metros de altura y cayó sobre la localidad escocesa de Lockerbie. En el atentado murieron 270 personas, 11 de ellas en tierra.
Abdel Basset Al-Megrahi, de 48 años, nació en Trípoli. Estudió en EE UU y fue director del Instituto Libio de Estudios Es- tratégicos. En 1988 era el director de operaciones de la línea aérea de Libia en el aeropuerto de Luga en Malta y agente de seguridad del servicio secreto de Libia, según la fiscalía escocesa. Al-Megrahi compró ropa en Malta, que utilizó luego para colocar los explosivos que introdujo en el avión. Amin Al- Jalifa Fahima, de 44 años, nació en Suq el Juma y también trabajaba en el servicio secreto de Libia. En Malta era el jefe de seguridad de la oficina de la línea aérea de Libia. Según declaró en 1991, dejó la isla tres meses antes del atentado y regresó a Trípoli.