La policía abatió ayer al secuestrador que mantenía como rehenes a 25 niños y tres educadoras en la localidad de Wasserbillig (Luxemburgo), los cuales fueron liberados y están a salvo. Un portavoz policial confirmó que el secuestrador había muerto y que los niños habían sido liberados y se encontraban bien. La policía penetró en el edificio para poner fin el secuestro, que ya duraba 28 horas, según informó el portavoz policial, Rogier Krix. La mayoría de los niños salieron del centro escolar en brazos de la policía y alrededor de la zona acordonada sólo se constató el desplazamiento de una de las muchas ambulancias que se encontraban esperando en los alrededores en dirección al «centro de crisis» instalado en las proximidades de la escuela.
El Secretario de Estado portugués para la Inmigración, José Lello, que se encontraba en el lugar de los hechos junto con representantes de los gobiernos franceses y belgas, confirmó la intervención policial, que terminó con la vida del secuestrador, y comunicó que todos los rehenes se encontraban sanos y salvos. Algunos de los niños retenidos eran de nacionalidad portuguesa, ya que esta localidad luxemburguesa tiene un tercio de su población de origen portugués.
El secuestrador, de origen tunecino y 39 años de edad, liberó ayer a otros cuatro niños y a dos de los educadores que permanecían secuestrados. Las autoridades de Luxemburgo también tenían preparado en el aeropuerto el avión que solicitó el secuestrador para dirigirse hacia Libia. El secuestrador solicitó también una furgoneta para llegar al aeropuerto con algunos de los niños.