Laura C., la británica de 39 años que se alojaba en un apartamento del edificio Brisol de Eivissa y que resultó herida muy grave en la madrugada del sábado tras una explosión de gas, murió ayer tarde en el hospital de Can Misses al no poder superar las graves lesiones que sufría. Su fallecimiento tuvo lugar poco antes de las tres de la tarde su estado crítico había desaconsejado ya en todas las horas anteriores su traslado a la Unidad de Quemados del hospital valenciano de La Fe.
La víctima ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos de Can Misses poco después del accidente con quemaduras extremadamente graves en el 90 por ciento de su cuerpo. Desde ese momento se intentó todo por salvarle la vida en el mismo centro ya que su situación no dejaba opciones a la evacuación por el mismo riesgo que ello entrañaba para la vida de la paciente, informaron fuentes sanitarias. A falta de que se confirmen los resultados de la investigación iniciada por este suceso, se cree que la deflagración ocurrió al encenderse un cigarrillo o por una chispa al encenderse una luz.