Más de 6.000 kilos de hachís intervenidos cuya aprehensión en aguas de las Pitiüses han motivado la detención de 16 personas que de alguna manera se han visto implicadas en las investigaciones que permitieron la captura de esta droga. Este es el balance en su conjunto de las tres operaciones policiales que se han concretado este año en las costas de Eivissa y Formentera contra redes de traficantes que fueron desarticuladas cuando cruzaban estas aguas con destino a otros puntos. La más reciente, la realizada por la policía el pasado fin de semana, con 2.550 kilos requisados, ha sido hasta la fecha la que ha permitido decomisar mayor cantidad.
Una cantidad similar también se cree que iba a bordo del «Magallón II», el barco apresado por el Servicio de Vigilancia Aduanera en febrero en el marco de la «Operación Estrecho», dirigida directamente por la Unidad Central de Estupefacientes. El SVA se incautó de 1.750 kilos pero se piensa que los cuatro tripulantes arrojaron varios fardos al darse cuenta de que habían sido descubiertos. El barco fue abordado a 30 millas de Eivissa y el hachís iba a ser desembarcado en la costa levantina. Cinco personas fueron detenidas por la policía en Castellón. La «Operación Estrecho», tras este broche, se saldó con cerca de 20 detenidos y 8.500 kilos de hachís decomisados.
La Guardia Civil también aprovechó el paso de una embarcación sospechosa por aguas de las Pitiüses para poner fin a los manejos de otra red. La «Operación Jaume» concluyó en agosto a 70 millas de Formentera cuando el velero «Boogie», con cuatro tripulantes, fue interceptado por una patrullera del Servicio Marítimo. El barco llevaba 1.710 kilos de hachís, droga que se presupone iba a ser desembarcada en el Delta del Ebro.