Un jubilado residente en Atripalda, en el sur de Italia, asesinó a su vecino, ex compañero sentimental de su hija, porque amenazaba con exhibir el filme pornográfico rodado por él con la muchacha de protagonista. El autor del crimen, Armando Angiuoni, de 55 años, confesó a los agentes haber vaciado el cargador de su pistola sobre Franco Liotti, de 45, enfurecido por el chantaje al que éste sometía a la familia, para intentar conseguir el regreso de la joven.
Liotti había cubierto la localidad con carteles en los que se anunciaba el «inminente estreno» de la película erótica, un vídeo pornográfico rodado con el consentimiento de su ex compañera, de 22 años, hace algunos meses, cuando ambos todavía mantenían una relación sentimental.
La víctima, que trabajaba como portero en un local nocturno, había sido ya denunciada a la Policía tras haber intentado en una ocasión prender fuego a la casa de la familia Angiuoni, y mantenía frecuentes disputas con el padre de familia. El crimen se produjo tras citarse ambos.