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El fuego asola durante todo un día una chatarrería de la localidad de Sant Rafel

El incendio comenzó, al parecer, al prender una chispa mientras se realizaban tareas de prensado

El fuego pudo ser divisado a gran distancia por la gran columna de humo negro que se levantó. Foto: M. FERRER.

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La totalidad de los efectivos disponibles del Parque Insular de Bomberos se movilizó ayer para sofocar un incendio que se declaró en las instalaciones de chatarrería que la empresa explotadora del desguace de Ca na Negreta tiene en Sant Rafel. El fuego, iniciado sobre las once y media de la mañana, bien pudo deberse a una chispa que prendió en material combustible cuando se realizaban tareas de prensado, según la hipótesis más probable que se barajaba.

Una gran columna de humo negro se pudo distinguir en toda la isla nada más propagarse las primeras llamas, provocando en los minutos siguientes tráfico lento en la carretera de Sant Antoni. El 112 recibió múltiples llamadas de aviso y enseguida acudieron a la chatarrería, además de los bomberos, fuerzas de la Policía Local de Sant Antoni y de la Guardia Civil, que también se sumaron a las labores de extinción. El primer objetivo fue impedir que el fuego llegara hasta los depósitos de «Reciclajes Ibiza», firma contigua al desguace y que ya sufrió dos años atrás un incendio de características similares que tardó más de un día en darse por concluido. No hubo riesgos para las casas colindantes y tampoco se registraron personas heridas o intoxicadas.

Los servicios que intervenían en el operativo, a media tarde y poco después de que el incendio se diera por controlado a las 16.43 horas, ya habían empleado 300.000 litros de agua y 34 bidones de espuma, de 25 litros cada uno y estaba previsto que en las horas siguientes continuara el abastecimiento a la zona, donde trabajaban seis vehículos del Parque y once bomberos. El transporte de cubas, con este fin, fue fluido con cargas continuas en las dos cisternas del Parque y en la boca de la rotonda de Joan XXIII.

La gran cantidad de material acumulado y su grado de hacinamiento obligó asimismo a emplear maquinaria pesada para disgregar las zonas de combustión. Esta técnica, con la creación de montones más pequeños y la liberación de los hierros más comprimidos, permitió así que se pudiera llegar hasta partes en donde se acumulaba el calor y en donde el agua se mostraba ineficaz. Los bomberos repitieron estas maniobras durante toda la jornada de ayer, haciendo esfuerzos para que el incendio pudiera ser dado por finalizado durante la pasada noche.

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