EFE-EL SALVADOR
El pánico ha cundido de nuevo en los habitantes de la zona central
de El Salvador, donde en las últimas horas se ha registrado una
cadena de fuertes temblores que siguen rompiendo la tierra en
pedazos.
Uno de los primeros temblores, de más de una docena, registrados anteayer, sábado, alcanzó los 5'3 grados en la escala de Richter y se localizó en la periferia sur de San Salvador, a una profundidad focal de 5'4 kilómetros, informó el Comité de Emergencia Nacional. El nuevo temblor causó al menos dos heridos y provocó nuevos deslizamientos de tierra que siguen siendo trampas mortales, y más daños materiales a la infraestructura.
La Policía Nacional Civil (PNC) informó además de que ocho personas quedaron enterradas en el cantón Los Rosales, jurisdicción de Cojutepeque, en el departamento de Cuscatlán, tras el nuevo temblor.
Miles de salvadoreños volvieron a medio dormir anoche en las calles por las constantes réplicas que sacudieron zonas importantes, como la capital, donde viven más de un millón y medio de habitantes de los seis millones que tiene El Salvador. Durante los últimos movimientos sismícos se han multiplicado los gestos de desesperación y abatimiento.