Cerca de siete horas estuvo ardiendo un almacén de unas instalaciones equinas de Santa Eulària como consecuencia de un fuego cuyo origen ya está siendo investigado por la Guardia Civil al no descartarse que la acción de un desconocido pudiera ocasionarlo. Las llamas y el humo, pese a los primeros minutos de temor, no afectaron en ningún momento a los caballos, una veintena que se guardaban en departamentos próximos al cobertizo, que quedó destruido. Los daños ocasionados se consideran millonarios.
El incendio sufrido en las instalaciones de Can Mayol comenzó sobre las tres de la madrugada por causas que oficialmente se desconocen. La voz de alarma la dio una persona que habita en una casa anexa al inmueble donde se custodian los caballos y que se dio cuenta de lo que ocurría.
El fuego prendió con rapidez en el material altamente combustible que había almacenado en un cobertizo, en cuyo interior comenzó todo, según los indicios. Las llamas se propagaron inmediatamente entre la paja, la alfalfa y las virutas que había acumuladas en el inmueble, un edificio de unos 40 metros de longitud y 15 de ancho. Tampoco se pudo evitar que resultaran destruidos un vehículo todoterreno y un remolque que había aparcados dentro del almacén.
Las tareas de los bomberos se vieron dificultadas por la gran cantidad de material acumulado en este lugar. Para poder combatir el fuego y evitar la reactivación de las zonas que se iban sofocando se pudo contar con la ayuda de una pala excavadora y del tractor de un particular, vehículos que apoyaron a los medios que movilizó el Parque Insular. Un empleado de la cuadra destacó que pese al tiempo transcurrido no fue siquiera necesario vaciar las dependencias de los caballos.