La gran densidad de vehículos que circula en las Islas y la incapacidad de la red viaria actual para absorberlos son algunas de las causas de la alta siniestralidad de las carreteras de Balears, que en lo que va de año se han cobrado la vida de 106 personas, un tercio más que el mismo periodo del 2000, cuando fallecieron 80 personas.
La elevada tasa de automóviles que registra Balears, situada en 950 coches por 1.000 habitantes -«probablemente la más alta del mundo», según el jefe provincial de Tráfico, Javier Coromina-, y la inexistencia de una red viaria «adecuada» para acoger este gran número de vehículos son en parte responsables, según Coromina, del «espectacular» incremento de víctimas mortales en las carreteras que se ha producido este año.
En este contexto, el jefe de la Dirección Provincial de Tráfico reiteró la necesidad de incorporar autopistas en la red viaria de Baleares porque, pese a que no eliminan totalmente el riesgo de accidente, «son muchos más seguras al evitar en gran medida uno de los siniestros mortales más habituales: la colisión frontal».
Coromina afirmó que esta necesidad se hace todavía más urgente si se tienen en cuenta los datos referentes al número de vehículos matriculados en esta comunidad, que en 2000 ascendió a 72.535 unidades frente a las 30.969 censadas en 1991 o las 64.270 de hace apenas tres años. De las cifras facilitadas por la Dirección Provincial de Tráfico se desprende que el número de fallecidos este año por siniestros en las carreteras aumentó a lo largo de todos los meses en relación al 2000, a excepción de abril y junio, en que el año pasado se registraron un mayor número de perecidos.