Un fuego destruyó al mediodía de ayer un ático del número 30 de la calle Isidoro Macabich de Santa Eulària, colindante con la plaza del Cañón. No había nadie en la vivienda cuando comenzaron las llamas y se dio la voz de alarma en el edificio. Pero las prisas y los nervios coincidieron precisamente con el intento del inquilino de la casa siniestrada por entrar en ella, situación que le puso en claro peligro al abrir la puerta y producirse una pequeña deflagración. «Afortunadamente esta persona, un joven, sólo se ha chamuscado un poco el pelo y algún pequeño quemazón en la cara. Más que nada ha sido un gran susto», explicaron fuentes de operativo de intervención.
Las primeras hipótesis apuntaban a que el fuego se pudo originar por un fallo en un termo. Un vecino señaló que llegó a escuchar como una pequeña explosión, aunque no hay ningún dato que avale que se llegara a producir una acumulación de gas pese a que en la plaza del Cañón se achacaba la causa del inicio del fuego a un escape de butano.
Los bomberos, que luego constataron en la casa la existencia de una bombona que resultó quemada, intervinieron rápidamente, a la vez que la Policía Local de Santa Eulària tomaba medidas de evacuación como media de precaución y el personal de las ambulancias se desplegaban por si se producían heridos o intoxicados por el humo. Poco antes de las dos de la tarde todo había concluido y se recuperó la normalidad.