Las personas que la noche del pasado viernes se encontraban en la Mola contemplando el castillo de fuegos artificiales debieron llevarse un buen susto al tumbarse una de las rampas de cohetes y salir estos disparados sin control y casi a ras de suelo.
Los cohetes pasaron a escasos metros de algunos asistentes, entre los que se encontraba el alcalde de Formentera, Isidor Marí, y del escenario desde el que se estaban ofreciendo las actuaciones musicales de la velada. Algunos de estos proyectiles pirotécnicos impactaron contra la sucursal de la entidad financiera «la Caixa» en la localidad y en otros edificios.
Afortunadamente, y pese a la espectacularidad de los sucedido, las fiestas pudieron continuar sin problemas gracias a que ninguna persona resultó herida. Todo quedó en un gran susto.