El zoo de Londres permaneció cerrado ayer en señal de luto por la muerte de uno de sus empleados más veteranos, quien pereció el sábado aplastado por una elefanta. Jim Robson, de 40 años, murió a consecuencia de las graves heridas que sufrió cuando fue aplastado por una de las tres elefantas asiáticas que había cuidado durante años.
El accidente ocurrió, según las investigaciones, al resbalar Robson y caer en el recinto de los elefantes. Se trata de la tercera persona que muere en este zoo aplastado por un elefante en los últimos dos años.