A finales de la década de los 60, en pleno apogeo de la época 'hippie', surgió en Europa y América la figura de Maharishi Mahesh, un hindú que predicaba y practicaba la meditación trascendental. El 24 de agosto de 1967 dio una conferencia del tema en el hotel Hilton de Londres y uno de los asistentes fue George Harrison. El beatle quedó maravillado de las palabras de Maharishi y convenció al resto de componentes del grupo a que le conocieran. Mantuvieron una reunión privada y el hindú les invitó a un curso de meditación de tres meses en India, que el grupo en pleno aceptó.
A partir de entonces Maharishi fue conocido en todo el mundo como el 'gurú' de The Beatles y su fama creció como la espuma. A principio de los 70 Maharishi organizó cursos de meditación en Mallorca, en concreto en Calas de Mallorca. Durante varias primaveras consecutivas cientos de personas, en su inmensa mayoría ingleses y estadounidenses, acudieron a la cita. El séquito del maestro alquiló las habitaciones de cuatro hoteles, y toda una planta de uno de ellos estaba destinada a Maharishi Mahesh. En abril de 1971, en pleno curso, dos policías de Palma recibieron instrucciones de lo que entonces era el Juzgado Central de Delitos Monetarios. Se había detectado la presencia en el aeropuerto de Son Sant Joan de uno de los servidores del 'gurú', con una maleta en la que había unos cinco millones de pesetas.
Las sospechas eran que el maestro, o bien personal de su séquito, estaban cometiendo un delito de evasión de capital. Los dos policías iniciaron una investigación al respecto y se desplazaron al hotel de Calas de Mallorca donde se alojaba el maestro. Uno de ellos recuerda hoy que los servidores de Maharishi le hicieron descalzar para entrar en la habitación donde iba a recibirles. «En principio me negué -cuenta el policía- pero después me quité los zapatos para que nos recibiera, y a raíz de ello cogí un resfriado». Los policías también recuerdan que los asistentes al curso de meditación cogían flores de los almendros en los campos de la zona para entregar a Maharishi «y más de un payés se enfadó y llegó a amenazarles con una escopeta en la mano».