La historia corre de boca en boca en Eivissa desde hace diez días. Lo mismo que al parecer ha ocurrido en otros puntos de España con idéntico argumento. Un rumor sobre un inexistente secuestro sufrido por un niño por una banda de países del este de Europa se ha convertido en una de las «leyendas urbanas» más graves que se han difundido en la isla, causando verdadera alarma social especialmente entre los padres.
La policía, al tener las primeras noticias, llegó a hacer investigaciones sin que se hallara ni el mínimo indicio de verosimilitud en la existencia de un hipotético secuestro en un supermercado de la isla. La cadena más afectada por la historia ha sido el SYP, firma sobre la que se han citado varios de sus establecimientos para escenificar cómo se llegaron a cerrar las puertas al descubrirse el rapto para impedir cualquier huida. Ello nunca sucedió, según también aseguran fuentes de esta empresa con la que contactó este diario.
Este periódico, además, ha seguido durante la última semana el rumor constatando su evolución y el añadido de nuevos datos que se han ido incorporando. Al principio las fuentes hablaban de un niño -más tarde también de una niña- que fue descubierto en el aseo de un gran supermercado cuando una pareja de rumanos le cortaba el pelo y le cambiaba de ropa. Más datos se han añadido a esta leyenda urbana.
Al niño también le estaban tintando el cabello y en una última piruetas con tintes macabros se asegura que el objeto del secuestro no sólo era venderlo, una vez sacado de la isla, sino también era utilizarlo para que sus órganos fueran vendidos.