La Guardia Civil de Santa Eulària se incautó el pasado jueves en Cala Nova de un botín de joyas y otros efectos por un valor total de 18.000 euros. Siguiendo la pista de una serie de denuncias recibidas por robos en el interior de establecimientos hoteleros de la localidad se preparó un importante dispositivo de vigilancia en torno a los sospechosos. El cerco de actuación se centró en torno a dos delincuentes habituales que actuaban en la zona de donde provenían numerosas denuncias por hurtos a los turistas.
Una vez detectada la presencia de la pareja formada por Mezrak G., argelino y de 33 años, y Rachida B., de 20 años y nacionalidad belga, se procedió a su detención. Los ladrones fueron sorprendidos por los agentes mientras paseaban por las inmediaciones de un hotel de es Canar en posesión de efectos que, según afirman desde la Benemérita, «presumiblemente acababan de sustraer de alguna de las habitaciones de dicho hotel». La pareja, ya detenida, fue trasladada a una zona de acampada de Cala Nova donde se alojaba y donde los sospechosos tenían una caravana en la que escondían el resto del botín, valorado por los agentes de la Guardia Civil en unos 18.000 euros aproximadamente.
Según explicaron los agentes, estos hurtos están siendo bastante habituales en esta zona durante la temporada turística. Al parecer, los ladrones entran en los hoteles con llaves falsas u otros instrumentos con los que consiguen forzar las habitaciones haciéndose con todos los objetos que encuentran. Incluso se sospecha que los avispados cacos actuasen con sus víctimas presentes, ya que se cree que muchos de los robos se llevaron a cabo mientras los turistas dormían.
Mezrak G. y Rachida B. se encuentran en las dependencias de la Guardia Civil de Santa Eulària a la espera de ser puestos a disposición judicial. Asimismo, fuentes del instituto armada expresaron su experanza de que con estas dos detenciones descienda el número de robos en la zona.