El ecuatoriano C. M. Y.Y., de 35 años, se encontraba en busca y captura desde hace dos años, fecha en que tenía que haber sido juzgado por la Audiencia Provincial para enfrentarse a tres años de cárcel por una supuesta tentativa de agresión sexual que tuvo lugar en unos apartamentos de Sant Rafel. El sospechoso, sin embargo, no se presentó a su juicio y hasta este verano no pudo ser localizado por la policía tras haberse hecho efectiva la orden de búsqueda y captura que pesaba contra él.
El reo será trasladado desde Madrid, lugar donde fue apresado, para comparecer este lunes ante el tribunal. Otro asunto es que comparezca la supuesta víctima, una mujer con la que el acusado compartió casa y cama, según la información recogida por este periódico. Los dos protagonistas de este caso habían tenido antes de la denuncia sus más y sus menos, al parecer, también por motivos de celos.
Los hechos, sin embargo, se precipitaron a las ocho de la mañana del 2 de 2000 en el piso de los «apartamentos Oasis» que ambos habían aceptado compartir. La víctima se vio sorprendida en el cuarto de baño. Según su denuncia, el acusado irrumpió en esta dependencia y se abalanzó contra ella en la letrina y tras despojarla de la ropa intentó penetrarla. Su resistencia impidió que todo se consumara, según su testimonio.
Cinco horas después se formulaba la denuncia ante la Guardia Civil de Sant Antoni. Se da la circunstancia de que la víctima y el presunto agresor se volvieron a ver las caras antes de que se produjera su detención. C.M.Y.Y. se encontró de súbito con su compañera de piso en Urgencias de Can Misses. La primera llegaba para ser reconocida y el segundo iba a curarse de los arañazos y cortes que sufrió en el rostro. La mujer, presa de nervios, comenzó a gritar y contarle a todo el mundo lo que había pasado.