El incendio se inició sobre las nueve de la noche en el apartamento 109 del edificio «Plaza», ubicado en la calle Galicia y donde residía una pareja que a duras penas, con la ayuda de vecinos del barrio y de la policía, pudo ser sacada a la calle. Al cierre de esta edición, las primeras hipótesis apuntaban que la pareja, con problemas con las drogas, descuidó un fuego después de quedarse dormida mientras veían el partido de fútbol por televisión.
Al menos diez vecinos fueron asistidos por el 061 por inhalación de humo después de que fuera posible su rescate. La mayor parte de los moradores de los 48 domicilios del edificio «Plaza», sin embargo, salió indemne después de acudir rápidamente a los balcones y dejarse guiar por los consejos de la policía y los bomberos. Más de una hora estuvieron en los balcones mientras los bomberos se abrían paso entre el espeso humo.
Los vecinos descubrieron que estaba pasando al cortarse de súbito la luz. Otras fuentes comentaron que instantes antes se escuchó una deflagración. «Al ir a ver qué pasaba me encontré con el piso lleno de humo. Salí corriendo como pude», comentó uno de los vecinos que abandonó primero el inmueble.
Las columna de humo que salió del apartamento 109 atrajo en seguida a los vecinos del barrio que se hallaban en la calle y en los establecimientos cercanos de la calle Galicia. A la vez se ponían en marcha un impresionante dispositivo de bomberos, 061, Policía Local, Protección Civil y Cuerpo Nacional de Policía. El inspector jefe de la Policía Local, Manuel Ayala, y el comisario Angel Marí, coordinaron, junto con el responsable del Parque Insular, Miguel Sevilla, los trabajos de auxilio desde el mismo lugar del incendio. El edificio fue acordonado para impedir que se acercaran las decenas de personas que se congregaron junto al inmueble, muchos de ellos intentando tranquilizar a las personas que agolpaban en los balcones. Al menos cuatro vecinos, uno de ellos minusválido, fueron rescatado por voluntarios -entre ellos un bombero que estaba fuera de servicio- con escaleras de mano desde la primera planta. Tras llegar los bomberos minutos después comenzó el desalojo de las personas que estaban más afectadas usándose mascarillas para poder sacarlas por la escalera del inmueble.
Manolo, el conserje del edificio «Plaza», fue uno de los primeros en darse cuenta de que pasaba algo. «La luz falló y al salir a ver lo que sucedía me vi rodeado por el humo. Intenté salir por tres veces pero era imposible», comento. Los vecinos también gritaron pidiendo calma durante los primeros minutos. «Un momento muy tenso ha sido cuando hemos visto que Pablo -el joven minusválido que fue rescatado por el balcón y que es muy apreciado en el edificio- estaba muy nervioso. Nos hemos volcado para auxiliarlo», explicó otro vecino.