Los hechos que están pendientes de enjuiciamiento tuvieron lugar el verano pasado en una vivienda de la calle Navarra de ses Figueretes en la que vivían al menos ocho inmigrantes. Según la investigación policial, el sospechoso, un joven ecuatoriano de 29 años, se aprovechó de la pequeña, de 11 años, en el catre que ambos, por necesidad de espacio, tenían que compartir.
El acusado dormía, al parecer, en la parte inferior y durante la noche se subió supuestamente en dos o tres ocasiones a la parte superior para hacerle tocamientos a la chica, que se despertó al notar la presencia de éste. Todo ello ocurrió en el plazo de algo más de un mes, tiempo que éste residió en la vivienda. El acusado tenía que haberse sentado ayer en el banquillo para responder por los cargos de abusos sexuales que se le imputan. Sin embargo, el juicio se suspendió después de que la representación legal de la familia de la niña, personada en la causa como acusación particular, pidiera que no se celebrara la vista hasta que no se sometiera a la pequeña a una pericial psicológica que determine con exactitud la verosimilitud de su relato así como el estado en que se encuentra a consecuencia de lo supuestamente sucedido.
El fiscal ha formulado ya su escrito de acusación requiriendo para el sospechoso una pena de tres años de prisión, pena que también solicita la acusación particular. La policía procedió la semana pasada al arresto del presunto agresor, quien tenía abierto un expediente de expulsión, después de que se cursara una denuncia en Comisaría. Dicha denuncia se presentó después de que la niña se fuera a pasar unos días con su padre en Francia y le relatara lo supuestamente ocurrido. El padre contó todo a su madre y a su tía y éstas acudieron a la policía. El arresto tuvo lugar en una casa de Dalt Vila donde el presunto agresor vive ahora.