Un juzgado de lo Penal de la isla ha condenado a un año de prisión a una vecina de Eivissa que días atrás tuvo que sentarse en el banquillo acusada de haberse llevado 24.350 euros que se escondían en la oficina de su marido cuando precisamente éste se hallaba detenido por malos tratos, delito que nunca se demostró.
El fallo ha tenido lugar después de que la sospechosa, una mujer de nacionalidad chilena, asegurara en su juicio que estaba siendo víctima de una venganza tras haberse decidido a denunciar a su pareja.
La acusación particular, por contra, argumentó en el juicio que más bien era la procesada la que había urdido un plan para apoderarse de un dinero que sabía escondido en un archivador de la oficina después de que se le comunicara su despido.
La imputada en esta causa, que ha sido condenada a devolver todo el dinero que supuestamente se llevó, trabajaba como delegada comercial para una de las tres empresas que compartían oficina. Una de ellas era la de su marido, pero la mujer estaba contratada por otro de los socios.
El administrador de esta última firma, pocos días antes de marcharse de la isla por un viaje de negocios, comunicó verbalmente a la acusada que prescindía de sus servicios y le pidió que le entregara las llaves de la oficina. Tras ello se produjo la denuncia por malos tratos contra el marido. La acusada, supuestamente, aprovechó que su ex jefe estaba de viaje y que su marido se hallaba privado de libertad para contactar con el tercer empresario que utilizaba la oficina donde se guardaba la citada cantidad. Dicha persona desconocía que la mujer había sido despedida.