Monika Sandberg y su hija, Ana Vila, aterrizarán en las próximas horas en el aeropuerto de la capital sueca procedentes de Bangkok. Se trata de la esposa y la hija del empresario de Barcelona afincado en Santa Eulària Manel Vila Peris, de 51 años, que continúa desaparecido desde el pasado domingo, cuando una de las grandes olas generadas por el gran terremoto del golfo de Bengala se lo llevó consigo.
Monika Sandberg, de unos 40 años, y su hija, de ocho, se encuentran a salvo, aunque la madre sufrió un fuerte golpe en un pie y precisa ser intervenida quirúrgicamente. Según explicaron ayer allegados del desaparecido, Sandberg decidió volar a su país natal para estar con su familia. Además, la mujer será operada allí.
La familia Vila-Sandberg se encontraba de vacaciones en un complejo turístico de Phuket, en el sur de Tailandia, cuando los tsunamis llegaron a la costa. Según el relató de la mujer, una ola -la primera de las que llegaron a Phuket- se llevó a su marido.
La niña, que habla sueco, logró escapar del mar y horas después fue recogida por un grupo de turistas de Suecia, que se encargó de reunir a la pequeña con su madre. Ayer a última hora aterrizó en la capital de Tailandia el hermano de Vila, aún con la esperanza de que el empresario de Santa Eulària pudiera encontrarse con vida en algún hospital y sin posibilidad de comunicarse con su familia. Sin embargo, las posibilidades de que Vila sobreviviera resultan cada vez más improbables. De hecho, las autoridades de Tailandia calculan que el 80% de los desaparecidos ha fallecido.
El Fons Pitiús de Cooperació destinará 40.000 euros para ayudar a paliar los daños sufridos en el golfo de Bengala. El ámbito de actuación de este dinero serán los estados indios de Andra Pradesh y de Tamil Nadu, en el suroeste del país. Estos 40.000 euros representan el total de la subvención solicitada por al Fons Pitiús por la Fundació Vicenç Ferrer. Según el Fons Pitiús, este dinero servirá para cubrir necesidades básicas de unas 4.000 familias. Además, con esta dotación se comprarán barcas y aparejos de pesca para las familias que han perdido su medio de subsistencia. Por su lado, el Ayuntamiento de Sant Antoni ha aprobado una ayuda de 6.000 euros. Las últimas estimaciones no oficiales hablan ya de 130.000 muertos. Ya se han recuperado más de 70.000 cadáveres.