Esta ha sido la conclusión de su caso después de que el sospechoso, que hasta ayer había negado todo y que, en sus declaraciones, incluso había asegurado que los sobres robados que se hallaron su poder fueron puestos por compañeros suyos, terminara confesándolo todo. Ello ocurrió después de que Iván G.S. compareciera ayer de nuevo en el juzgados y, de acuerdo con la normativa de juicios rápidos, se aviniera a un acuerdo judicial que le permitiera reducir en un tercio los tres años de prisión que pedía el fiscal. En el momento de su detención por agentes de la unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil, no sabía entonces que hasta tres cámaras habían grabado sus movimientos dentro del retén y en el despacho del responsable de la Policía Local, el sargento jefe Jaume Ramón. El sospechoso se limitó a negarlo cuando, como ya informó este periódico, se hallaron nueves sobres, dos de ellos marcados, en un anorak de su taquilla. Dichos sobres, depositados en el buzón de las multas, contenían 820 euros. Otros dos sobres que había en la caja de caudales de la mesa de la oficina no fueron tocados.
El arqueo final ha elevado hasta 11.365 euros la cantidad robada por el policía turístico y que aún no ha podido ser recuperada.
Iván G.S. dio su último «golpe» el pasado jueves sobre las siete de la mañana, aprovechando que no había nadie en el retén. Cogió la llave del buzón, y como hizo en otras ocasiones, sustrajo el dinero.
Los agentes consideraron aclarado todo cuando confirmaron sus sospechas y vieron en el vestuario del agente sus sobres marcados. Mas sorprendidos se quedaron aún cuando, tras haber detenido al sospechoso, procedieron al visionado de las cintas grabadas por tres cámaras, algunas de ellas escondidas en los sitios más insospechados. Fuentes conocedoras del caso aseguraron que las imágenes no dejaba ya lugar a ninguna duda.
Se calcula que durante este último mes, el acusado tuvo acceso a un centenar de sobres, algunos de ellos con multas interpuestas en enero. Dichas cantidades no habían sido retiradas porque se solía esperar un tiempo que se suponía que ya se había reunido una suma destacada para hacer el recuento y facilitar la contabilidad.
Iván G.S., que trabajaba por cuarto verano en Sant Josep, estaba considerado como un policía muy trabajador y eficiente. Durante las tres temporadas anteriores no había dado ni un solo problema.