Condenas por un delito de lesiones y por otro de homicidio grave que se resuelven en una pena de cuatro años y tres meses de cárcel. Matthew Lee C.,un joven corpulento de 20 años nacido en la ciudad inglesa de Nottingham también tendrá que pagar 140.000 euros a la familia de Richard John Caisley, el turista de Newcastle de la misma edad que pereció el 5 de agosto del año pasado por las heridas sufridas en una pelea en Port des Torrent.
La juez Clara Ramírez también ha condenado a pagar 270 euros a Jack M., quien acompañaba a Matthew Lee cuando el primero dio un puñetazo en la cabeza a la víctima que, a su vez, sufrió un violento golpe en el cráneo al caer al suelo. En la sentencia se establece como probado que ambos jóvenes patearon en el suelo a Caisley cuando éste se hallaba inconsciente.
El suceso ocurrió poco antes de las tres de la madrugada en las cercanías de los apartamentos ses Fontanelles de Port des Torrent cuando dos grupos de turistas se increparon. Al parecer, el detonante de la reyerta fueron unos comentarios contra unas chicas que acompañaban al fallecido y a un amigo de éste. La víctima entró en un coma irreversible seis horas después. La Guardia Civil localizó a los sospechosos 22 horas después tras peinar toda la bahía. Matthew C., para quien el fiscal y la acusación particular, representada por el abogado de Mallorca Francisco Grimaldo, pedían seis años de prisión, dijo en su juicio que «tan sólo apartó» a la víctima. La juez Ramírez, sin embargo, entiende que éste actuó «no con ánimo de matar pero sí de lesionar». Califica de brutal» la agresión y define que fue imprudente su acción por su corpulencia y por cómo llevó a cabo su ataque.
El juez, en esta misma sentencia, ha absuelto de un homicidio por imprudencia grave y profesional lmédico que atendió a la víctima cuando ésta fue evacuada a un servicio de urgencias. El facultativo, que se enfrentaba una condena de una año de prisión y otros tres de inhabilitación, ha sido exculpado después de que la magistrada que debía decidir sobre este caso haya entendido que éste actuó y diagnosticó sin cometer negligencia de acuerdo con la información de que dispuso. Según el fallo, el médico, que no apreció la fractura craneal del turista y que no decidió su ingreso, vio llegar a éste plenamente consciente, sin apenas sangrar y sin recibir, pese a sus preguntas, una información complementaria sobre la gravedad de lo ocurrido.