Oliver Clemens y Dirk Maassen, los dos alemanes que están siendo buscados por el litoral de Formentera y que se alojaban en el complejo vacacional de Punta Prima, cumplieron esta madrugada una semana desaparecidos sin que haya una sola pista sobre ellos.
Los rastreos por tierra, a excepción de la ropa que fue encontrada por unos turistas un día después de que los dos alemanes fueran vistos por última vez muy bebidos tras salir del Club Punta Prima, no ha arrojado tampoco resultados. La búsqueda de los submarinistas y los rastreos aéreos también han sido durante estos días infructuosos.
La Guardia Civil mantenía ayer oficialmente el operativo de búsqueda pero fuentes del instituto armado advirtieron de que el dispositivo no podía ser eterno y que en las próximos días este se disiparía plenamente aunque no así la alerta.
De hecho, la Comandancia retiró a su base de Mallorca el helicóptero que ha colaborado con los rastreos. Los submarinistas del Geas y del Centro Vellmarí, por su parte, han dado por rastreados los fondos más cercanos a la Torre de Punta Prima y donde se aventuró, en un principio, que podían estar los cuerpos de Clemens y Maassen, naturales de Düsseldorf y de 36 y 35 años. La principal incógnita está precisamente en que ni siquiera se sabe las circunstancias que precedieron a la desaparición y si éstos realmente cayeron al mar de manera accidental. La información de que se disponía, así como la denuncia interpuesta por el padre de Clemens en la tarde del miércoles, motivaron que la búsqueda se iniciara en los mismos acantilados de Punta Prima. El tiempo transcurrido invita a pensar en lo peor y a sopesar que ambos hayan sido arrastrados por las corrientes a alta mar, dejando sus cuerpos a la deriva.