La mayor parte de los doce sospechosos que deben comparecer la próxima semana en Eivissa ante la Audiencia Provincial fueron detenidos en dispositivos contra el 'menudeo' de drogas que se instalaron en discotecas y afters de la zona de Platja d'en Bossa entre 2003 y este verano. Los otros también fueron apresados en zonas de ocio de la isla y en lugares donde tienen lugar los denominadas preparties. Todos ellos deben sentarse en el banquillo para enfrentarse, según los casos, a penas que van desde los cuatro a los cinco años de cárcel. Los acuerdos entre los fiscales y las defensas, sin embargo, pueden motivar que los sospechosos que reconozcan su culpa vean reducidas sus penas a tres años de prisión.
Sólo con esta docena de detenciones, las fuerzas policiales se incautaron de una cantidad próxima al medio millar de éxtasis, la droga más demandada en estos ambientes. Además, se aprehendieron en su conjunto treinta gramos de cocaína y pequeñas cantidades de hachís. A uno de los sospechosos también se le requisaron 32 bolsitas con ketamina. Los traficantes que compaginan la diversión en las discotecas con el comercio suelen ser turistas que llevan encima droga en pequeñas cantidades que intentan justificar como de su propiedad y exclusivamente destinadas al consumo. Ello no le valió a los cinco italianos, dos franceses, dos sudamericanos, un británico, un senegalés y un español que en esta ocasión han sido procesados por la Audiencia Provincial como presuntos autores de delitos contra la salud pública.
Las fuerzas policiales de la isla, especialmente la Guardia Civil, están destinando esfuerzos en los últimos años a combatir el tráfico a pequeña escala en discotecas y zonas de ocio. Este año, meses antes de que muriera en Eivissa un turista irlandés por consumir éxtasis líquido con otras drogas en varios de estos lugares y otra persona, el propio director insular destacó la importancia de combatir el tráfico en estas zonas independientemente de que también se persigan a las grandes redes. La experiencia policial ha demostrado que muchos jóvenes venden drogas para algo más que sufragarse unas buenas vacaciones en Eivissa y algunos de ellos actúan de manera organizada. Al respecto, la Guardia Civil detuvo el pasado fin de semana, tras un control, a cinco jóvenes que ocultaban un supermercado de drogasen un piso de Eivissa.