La Guardia Civil está cerrando 2005 con unos resultados satisfactorios de acuerdo con dos de los principales objetivos que se habían marcado para este año: reducir la inseguridad ciudadana e incrementar la presión contra el tráfico de drogas en las zonas de ocio de las Pitiüses, capítulos que la propia delegación de Gobierno había establecido como prioritarios.
Alrededor de un 90% de las denuncias cursadas por el instituto armado durante este año han sido por asuntos de estupefacientes. El aumento de los controles ha sido tal que ha habido meses en que se ha constatado un incremento de hasta el 300% en las actuaciones encaminadas conforme en esta estrategia. Así ocurrió en los meses de agosto y septiembre.
Según los datos que baraja la Benemérita y a los que ha tenido acceso este periódico, la lucha contra las drogas tiene una buen parte de culpa en que la Guardia Civil haya aumentado en un siete por ciento la tramitación de denuncias administrativas por distintas infracciones que recogieron sus agentes durante el año que ahora acaba.
Un análisis general de estas estadísticas también permite conocer que los índices de delincuencia se redujeron en un 1,13%. Los robos descendieron ligeramente, en un 0,5% y aquellos en los que los ladrones utilizaron la violencia, también. En este último apartado, las cifras globales hablan de una reducción de hasta el 1,5% e incluyen los asaltos establecimientos, viviendas y los tirones de bolso.
Los servicios por malos tratos se mantuvieron y sólo subieron las actuaciones por agresiones. Este incremento se estima en un 20%, pero las cifras aparecen espectacularmente disparadas porque el aumento se produce entre cifras muy pequeñas. El balance de detenidos, por contra, arroja un saldo a la baja. En 2005 hubo muchos menos detenidos pero este dato debe contextualizarse en el hecho de que cesaron las actuaciones por extranjería de acuerdo con la moratoria dada por el Gobierno para que muchos de ellos pudieran presentar sus papeles y regularizar su situación en el territorio nacional.
Al respecto, la Guardia Civil ha contabilizado que las detenciones por la Ley de Extranjería han caído en hasta un 70%.