Piden dos años y medio para el novio de la actriz Silke por pegar a un policía

El fiscal solicitará para el argentino nacionalizado español David G., novio de la actriz Silke, una pena de dos años y medio de prisión por la comisión de un presunto «delito de atentado en concurso ideal con otro delito de lesiones en concepto de autor», informaron ayer fuentes judiciales. En este caso de denuncias cruzadas, en el que David G. está acusado de golpear a un miembro de la Policía Local de Eivissa y a su vez tres agentes son denunciados por el argentino, dos de ellos por torturas, el fiscal pide «el sobreseimiento provisional de la causa [en la que se acusa a los policías] por no haber resultado acreditada la realización de los hechos». La abogada de David G., pide para uno de los policías acusados un año de cárcel y para otros dos, Miguel M. y Julián C., por torturas, tres años. Las acusaciones particulares contra David G. piden tres años de cárcel. Entre éstas destaca la del Ayuntamiento de Eivissa, que tomó esta decisión a causa de la gravedad de las lesiones sobre uno de los agentes, Antonio Fernández Núñez, que sufrió varias heridas en cabeza y cuello y permaneció más de un mes de baja. El agente precisó ocho puntos de sutura en la mandíbula. David G. asegura que los agentes le condujeron al retén de Policía Local y allí le estuvieron golpeando numerosos policías. «No pararon de pegarme hasta que los gritos ya se oían en la calle y para llevarme al hospital», declaró David G. a este diario al día siguiente de los hechos. Este periódico comprobó y fotografió las lesiones que David G. presentaba en la espalda y una pierna. Asegura también que no sólo recibió porrazos, sino también patadas, todo ello con las manos esposadas a la espalda. El concejal de Policía, Leopold Llombart, aseguró que el detenido no fue llevado al retén, sino que desde Vara de Rey, donde se originó la reyerta, fue conducido a la Policlínica para ser atendido de sus heridas causadas, según la policía, en este lugar. En el juicio, la defensa de David G. intentará demostrar la supuesta estancia de su cliente en el retén policial y la paliza que supuestamente recibió a manos de los agentes. La discusión comenzó por un problema de aparcamiento en mayo de 2004. Al parecer, el detonante fue que la policía dijo a la pareja que no se podía aparcar.