John A.S., de 26 años y natural de Ecuador, fue detenido del pasado domingo después de una intervención policial en la Avenida Pedro Matutes Noguera, en es Viver, cuando ya avanzada la noche continuaban en un edificio los festejos por una Comunión. Su hijo, de tres años, pasó la noche en Can Misses, centro la que llegó sangrando por la nariz y con distintas lesiones en la cabeza. La madre del pequeño, a su vez, sufrió otras heridas presumiblemente ocurridas en el mismo suceso.
El fiscal pidió ayer el ingreso en prisión sin derecho a fianza del sospechoso, quien, al parecer, durante su declaración judicial aseguró que tanto su mujer como su hijo debieron sufrir las lesiones de manos de otras personas en medio de un tumulto que se formó por causas que no han trascendido. Varios testigos, sin embargo, afirmaron con rotundidad que vieron cómo John A.S., que cuenta con residencia legal en el país, por tres veces golpeaba a su hijo, que durante el ataque se hallaba en las manos de su madre. Agentes de Comisaría arrestaron al sospechoso después de que los propios vecinos del inmueble, sobre las once de la noche, requirieran la presencia policial.
La madre del pequeño, persona que presuntamente también fue objeto de maltrato, dio otra versión, también exculpatoria de su marido. Ésta, en sus primeras declaraciones, no se refirió a ninguna reyerta multitudinaria y justificó las lesiones que tanto ella como su hijo presentaban a un resbalón ocurrido cuando bailaban. El fiscal ante las contradicciones recogida y el perjuicio sufrido por el menor demandó la medida cautelar de que el sospechoso ingresara en prisión. El caso fue atendido por el juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa, ayer de guardia, pero a las investigaciones que se realizaron ayer tarde se tienen que sumar las que lleve a cabo el número 4, que se encarga de instruir los capítulos violencia doméstica sufrida por mujeres. Hoy está previsto que declaren nuevos testigos en el juzgado, personas que supuestamente iban a apoyar la versión del padre. Según éste, se produjo una pelea entre los invitados y ello acabó en una reyerta en las que la mujeres también recibieron golpes al intentar separar a sus maridos.
Fuentes sanitarias confirmaron ayer que los médicos del servicio de Urgencias de Can Misses consideraron oportuno que el pequeño pasara la noche en observación para vigilar la evolución de sus lesiones. Tras constatarse su mejoría, el lunes se le dio el alta.