J.M.A / J.J.M.
Agentes de la Guardia Civil detuvieron ayer al capitán del «Capitán Nemo», que tras prestar declaración en el Juzgado de Instrucción Número 1 fue puesto en libertad con carácter provisional, a la espera de que continúe la instrucción del caso. La Policía Judicial le entregó al Juzgado bajo la acusación de cometer un supuesto delito de omisión del deber de socorro. Por la borda de este barco se arrojó al mar el irlandés de 24 años Basile Bourke, sobrino del ministro de Defensa de su país, que falleció por ahogamiento en la bahía de Portmany.
Al menos otra persona más se arrojó al mar durante la travesía, un compañero del fallecido, que según su declaración, que ha trascendido ahora, nadó durante cerca de una hora y media hasta que una embarcación lo recogió cuando, al parecer, ya estaba exhausto. La investigación del caso barajó y sopesó este dato antes de proceder al arresto del capitán. Amigos del fallecido han denunciado al capitán.
El responsable del barco declaró que vio lanzarse al agua a un turista al que después vio llegando a la costa y saliendo por su propio pie, lo que supuestamente ocurrió cuando la embarcación zarpaba, una versión que no cuadra con el hecho de que una persona pudiera estar nadando hora y media y fuera recogida por otra embarcación ni tampoco con el hecho de que Bourke acabara ahogado. A ello se une, el dato de que el cuerpo del irlandés fue avistado por un turista flotando cerca de la playa de Port des Torrent, lejos presuntamente del lugar donde los dos turistas se tiraron al agua, según una hipótesis.