El juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa resolvió ayer con una sentencia de conformidad la causa contra los cuatro magrebís que fueron detenidos por la Guardia Civil como supuestos autores de las puñaladas que recibieron dos hermanos, de la misma nacionalidad que los presuntos agresores, en una reyerta ocurrida el año pasado en la plaza de España de Santa Antoni después de que las víctimas fueran acorraladas. Todos los acusados salieron ayer mismo en libertad después de aceptar una condena de dos años de prisión, pena que quedará en suspenso durante tres años siempre y cuando los sospechosos hagan frente en este plazo a indemnizaciones que superan los 9.000 euros.
Los dos afectados, a los cuales ayer se les daba en paradero desconocido aunque algunas fuentes conocedoras del caso señalaron que uno de ellos está en prisión, se vieron sorprendidos por los atacantes en abril del año pasado cuando se hallaban en una pizzería de la zona. La investigación barajó en su día que dicha agresión se debió a un ajuste de cuentas por asuntos de drogas. Dos de los acusados han negado durante todo el proceso su participación en los hechos y los otros dos aseguraron que el suceso no había ocurrido tal y como relataron las víctimas y afirmaron que ellos, en ningún caso, fueron los autores de las puñaladas que recibieron los perjudicados.
A.B.B., M.A.K., M.B.L. y A.E.F. fueron detenidos en su día como sospechosos de haber cometido un delito de homicidio en grado de tentativa. El fiscal, sin embargo, calificó los hechos de lesiones al tener en cuenta que las víctimas, pese a la espectacularidad de sus heridas no sufrieron lesiones en sus órganos vitales. Uno de los afectados recibió una cuchillada en una mano y luego una profunda puñalada en la espalda.