Un incendio, presuntamente provocado, originado en unas bicicletas y un carrito de bebé colocados en el hueco de la escalera de un inmueble de la calle Aragón, supuso ayer un gran susto para los vecinos del edificio siniestrado. El humo subió por la escalera asustando a los inquilinos. Cerca de una decena de vecinos se refugió en la azotea sin contemplar el riesgo que entrañaba esta salida pues el acceso a la misma estaba cerrado y los vecinos alcanzaron la terraza sirviéndose de una escalera de mano. Según explicaron fuentes de los Bomberos, cuando éstos llegaron al lugar del siniestro el fuego estaba prácticamente extinguido porque un chico lo había logrado sofocar. Los funcionarios del Parque Insular se encargaron de revisar el edificio, de sacar parte del material que había ardido y de tratar de tranquilizar a los vecinos. Según comentaron las mismas fuentes, una señora pensó si podría evacuar a su hijo por el balcón cuando apreció el humo sin que al final ocurriera nada. Pese al susto que provocó el incendio no hubo que lamentar daños personales y los materiales fueron poco reseñables. El humo manchó las paredes del bajo donde empezó el incendió, parte de la escalera del inmueble, las bicicletas y el cochecito de bebé allí aparcados.
Los bomberos estimaron que, probablemente, el fuego fuera intencionado puesto que no había ninguna fuente de alimentación capaz de originarlo.