La mayoría de navieras que operan en el puerto de Eivissa están registrando retrasos en sus conexiones debido a la obligación de circular a velocidad muy baja sobre la mancha de combustible. Como medida obligatoria, las embarcaciones comerciales deben ponerse en contacto con el buque de limpieza Clara Campoamor para saber por dónde es mejor que pasen.
Según explicó el portavoz de Baleària, Joan Cerdà, los retrasos en el caso de esta naviera pueden llegar a ser de una hora en algunos casos, ya que buques grandes como el García Lorca que habitualmente circulan a 30 nudos están obligados a hacerlo a cinco, con las dificultades de maniobrabilidad que ello supone, ya que las embarcaciones de mayor volumen son más complicadas de manejar a velocidades bajas. En algunas ocasiones además estos barcos deben rodear la mancha, mientras que en el caso de los más pequeños incluso se fomenta que pasen por encima de concentraciones de combustible para ayudar a romperlas. «Por parte de Baleària estamos colaborando al máximo y estamos transmitiendo el mensaje a todo el pasaje para explicarles la situación», explicó Cerdà. En el caso de las conexiones con Formentera, las embarcaciones tardan igual desde el puerto de de la Savina hasta es Malvins, donde comienza la restricción de velocidad, que desde estos islotes hasta el puerto de Eivissa.
En el caso de la compáñía Mediterrania Pitiusa, su responsable, María Serra, explicó que el trayecto se retrasa alrededor de diez minutos. «El Clara Campoamor nos ha marcado un camino por el que tenemos que pasar».
Mientras tanto, desde el gabinete de prensa de Acciona negaron que la mancha de fuel esté afectando al tráfico lo más mínimo. También negaron que hayan puesto un buque de mercancías de refuerzo para paliar la ausencia del Don Pedro, aunque explicaron que «ante una situación de excepcionalidad por un accidente y teniendo en cuenta la necesidad de abastecimiento de la compañía se produce el máximo de colaboración». Otras fuentes portuarias confirmaron que Acciona está realizando viajes de refuerzo para suplir el espacio dejado por el Don Pedro.