La Audiencia Provincial a condenado a un jugador de fútbol sala de la isla a 18 meses de cárcel y a indemnizar con 50.589 euros a otro deportista que fue víctima de graves lesiones nasales después de que el primero le agrediera en el transcurso de un partido que se celebraba en ses Païsses.
El suceso tuvo lugar el 29 de mayo de 2002 cuando restaban dos minutos para el final del encuentro y ambos jugadores, que habían tenido sus más y sus menos durante el partido, tuvieron una disputa en el centro de la cancha. El tribunal considera como probado que fue entonces cuando el acusado propinó un codazo a su rival e inmediatamente después corrió a «refugiarse» en su área, saliendo tras él la víctima.
«Al llegar a su posición le dio un empujón recriminándole su comportamiento, empujón que le hizo retroceder, sin perder el equilibrio y caer al suelo, respondiendo el sospechoso, con intención de menoscabar su integridad física, con un puñetazo dirigido directamente al rostro», según dice la sentencia. Dicho puñetazo impactó sobre la nariz, frente y ojo derecho, produciendo al afectado «un hundimiento nasal, hematoma, edema y sangrado, así como fractura naso etmoidal, fractura de seno frontal y reborde orbitario derecho, rotura desplazada de huesos propios de la nariz con desviación de tabique y fractura de senos paranasales».
El acusado afirmó en el juicio que únicamente dio un manotazo sin el puño cerrado y en defensa propia cuando notó que su contrincante le agarraba y se le venía encima. La Audiencia, sin embargo, no ha creído esta versión al valorar las graves lesiones en el rastro que sufrió el perjudicado, apoyadas por el informe del forense, y dar más credibilidad al testimonio de un espectador y del árbitro que a otras manifestaciones no ajenas a los jugadores que fueron recogidas por la Sala. En la sentencia se recoge el atenuante de reparación del daño al haber consignado ya el acusado 8.000 euros.