Agentes de la Guardia Civil de Eivissa han detenido al propietario de un club de alterne de Sant Antoni al que se acusa por un presunto delito de proxenetismo, informó ayer el Instituto Armado. La detención de J.R.C., de 56 años, fue practicada anteayer a raíz de un registro que practicaron los agentes en este local de prostitución en el que, según informa la Guardia Civil en un comunicado, se comprobó que se estaba cometiendo un supuesto delito de proxenetismo. Al parecer, ninguna denuncia ha mediado en esta detención, aunque no se descarta que se pueda presentar alguna en los próximos días. El presunto delito por el que se acusa a J.R.C. consiste en que, supuestamente, en este club de alterne se cobraba a las prostitutas una cuota, lo que al parecer puede entenderse como un delito de proxenetismo.
Este mismo club de alterne se vio implicado en mayo de 2006 en un escándalo de prostitución. Entonces, agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvo a dos personas de nacionalidad rumana que, supuestamente, obligaban a prostituirse a una compatriota en un piso de la calle Galicia del barrio de ses Figueretes. Además, informó en su momento la Comisaría ibicenca del Cuerpo Nacional de Policía, también era alquilada al club de alterne de Sant Antoni. Como ha ocurrido en otras ocasiones, la mujer obligada a prostituirse explicó que llegó a la isla con la promesa de un trabajo en hostelería y dijo que una vez en Eivissa fue coaccionada por sus presuntos proxenetas. Cuando la policía llegó al piso de la calle Galicia, abrió la puerta otra joven rumana que ofrecía servicios sexuales en las páginas de contactos y que después se comprobó que tenía 16 años.
En septiembre de 2004 la policía descubrió otro caso muy parecido. Tres polacos fueron detenidos por obligar a prostituirse a cuatro compatriotas que llegaron a la isla para trabajar en una discoteca con unas condiciones muy ventajosas que, finalmente, resultaron ser mentira.