Los tres españoles que estaban detenidos en el Chad fueron puestos ayer en libertad por un juez de Yamena. El piloto Agustín Rey, el copiloto Sergio Muñoz y el auxiliar de vuelo Daniel González, detenidos desde el pasado 25 de octubre, salieron de la cárcel ayer el mediodía y regresaron a España en un avión de la Fuerza Aérea Española en el que el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, se había desplazado hasta la capital chadiana.
León salió de Madrid por la mañana para entrevistarse con el primer ministro del país, M. Nouradine Delwa Kassiré Comakye. Antes de que el avión de León llegara a Yamena y de que se conociera la liberación de los españoles, hizo una escala en una terminal aérea de la vecina Níger con el fin de «evitar la sensación de presión» sobre las autoridades de Chad y con ánimo de respetar las decisiones judiciales.
Lo que ha sido «determinante» para la puesta en libertad de los españoles ha sido la conversación telefónica que tuvieron ayer el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de Chad, Idriss Deby.
Zapatero, según informó el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, agradeció a Deby el trato dispensado a los españoles, expresó su respeto por la Justicia chadiana y se mostró muy interesado por la situación en que se encontraban los 103 niños que motivaron la acusación contra los españoles.
El presidente del Gobierno participa en la Cumbre Iberoamericana que se celebra en Santiago de Chile, desde donde habló con el piloto Agustín Rey después de ser liberado y tras una petición en ese sentido realizada por el piloto español, que trasladó a Zapatero su agradecimiento por las gestiones realizadas.
Sergio Muñoz, Agustín Rey y Daniel González, una vez liberados, quisieron expresar públicamente su agradecimiento por el apoyo que han recibido durante su cautiverio.
«Sólo tenemos palabras de agradecimiento por todo el apoyo recibido», afirmó, con lágrimas en los ojos, el piloto Agustín Rey.
El copiloto de Girjet, el menorquín Sergi Muñoz, se mostró «muy contento por volver a casa» y dijo que «ya era hora», mientras que Daniel González, el auxiliar de vuelo de la tripulación, declaró que «se ha acabado la pesadilla» para los tres españoles que fueron puestos ayer en libertad sin cargos por las autoridades chadianas.
Después, el piloto del aparato, Agustín Rey, vecino de Terrassa, dijo: «Muchísimas gracias a todo el mundo por todo. Estamos todos bien», declaró Rey a los periodistas. «Hemos recibido el apoyo de toda España, de todo nuestro colectivo, de todo el mundo», prosiguió el piloto, quien expresó su agradecimiento por este apoyo porque «en estos momentos tan fuertes ha sido muy importante». Los tres se enuentran en «buen estado de salud», aseguró un médico.