De nuevo en La Grifería. Es la cuarta vez este año. La séptima desde que abrió las puertas este bar-restaurante el 15 de julio de 2005. Ayer fueron tres heridos, uno de ellos muy grave, pero si hubiera ocurrido unos segundos antes habría sido una catástrofe, porque dos niños estaban jugando en la acera sobre la que acabó, volteado, el coche que causó el accidente. Eran las dos de la tarde. Cuando escuchó el estruendo, la madre de los niños salió gritando del bar. «¡Mis hijos, mis hijos!»
Por suerte, segundos antes habían dejado la acera para ir hacia playa. La Grifería está en el número 107 de la Avenida Pedro Matutes Noguera, municipio de Eivissa. En dirección a Platja den Bossa, un Audi A3 con cuatro personas a bordo pierde el control por exceso de velocidad, derriba un árbol de la acera contraria (el único que quedaba en pie tras los accidentes anteriores), choca contra un coche aparcado -el de la madre de los niños- y acaba volcado sobre la acera.
Empieza a arder. Los responsables de La Grifería sacan a los heridos del coche y con los extintores del local consiguen apagar las llamas. No fue necesario que acudieron los bomberos, aunque estaban avisados.
Las ambulancias del 061 trasladaron a la Policlínica Nuestra Señora del Rosario a tres de los cuatro ocupantes del Audi 3. El conductor resultó ileso y, según la Policía Local de Eivissa, dio negativo en la prueba de la alcoholemia. Uno de los heridos se encuentra en estado muy grave. Padece una hemorragia cerebral interna y se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Policlínica. Los otros dos sufrieron heridas de carácter leve, informaron ayer desde este centro médico. A raíz de todos los accidentes que se han registrado en este punto, ya no queda ningún árbol que pueda parar el próximo golpe, ya que el Ayuntamiento de Eivissa no ha repuesto ni los árboles ni las jardineras que había en un principio.