El robo en Zúrich de cuatro pinturas, valoradas en 112 millones de euros, de Monet, Degas, Van Gogh y Cézanne fue perpetrado ayer, domingo, por tres ladrones armados y enmascarados cuando estaba abierto el museo de la Fundación Emil Bührle, confirmó ayer la Policía. Uno de los ladrones forzó al personal del museo que se encontraba en la entrada a tirarse al suelo, mientras otros dos entraron en la sala donde se exponían los cuadros sustraídos y los descolgaron, informó un portavoz de la Policía en una conferencia de prensa. A pesar de que la alarma se activó, los malhechores consiguieron salir del edificio, llevarse los cuadros y darse a la fuga en un automóvil blanco que los esperaba, según la agencia de noticias suiza ATS.
Los lienzos sustraídos fueron: «Champ de coquelicots pres de Vétheuil» (1879), de Claude Monet; «Ludovic Lepic et ses filles» (1871), de Edgar Degas; «Branches de marronier en fleurs» (1890), de Vincent Van Gogh, y «L'enfant dans une veste rouge» (1888-90), de Paul Cézanne. Los asaltos a mano armada a los museos son muy raros, ya que lo más habitual es que se produzcan hurtos en las horas de cierre, como ocurrió hace tan sólo cinco días en el distrito de Pfaffikon (oeste de Suiza), donde fueron robados dos cuadros de Pablo Picasso valorados en 3 millones de euros. La Policía aseguró que las medidas de seguridad en la Fundación Bührle cumplen los estándares vigentes, pues las obras se encontraban protegidas por un cristal y estaban conectadas al sistema de alarma, indicó el portavoz Mario Cortesi, aunque no precisó si existían cámaras de vigilancia. «Basándose en las experiencias existentes, la institución no podía suponer que iba a ser víctima de un robo», declaró.