Los hermanos A.A. y D.A., ambos naturales de un país del Magreb, fueron apresados anteayer por la mañana después de que ambos supuestamente atacaran en su domicilio de es Viver, en el edificio «Galaxia», a agentes de policía que se vieron obligados a echar abajo la puerta de la casa tras un aviso sobre una violenta pelea que vino seguido del hallazgo de manchas en la entrada del apartamento.
Uno de los agentes resultó herido después de que uno de los implicados presuntamente les recibiera con una pesa en la mano y al grito de «venid a por mí, hijos de puta», según consta en el atestado policial. El hermano de éste se arrojó seguidamente contra el grupo de agentes que intentaba reducir a su hermanos. Los dos acusados, arrestados como sospechosos de un delito de atentado, se enfrentaban ayer en un juicio rápido a dos años de prisión, pena que quedaría en suspenso si indemnizaban al policía herido con 420 euros.
La policía decidió tirar la puerta abajo tras escuchar un fuerte alboroto en el inmueble y ver que nadie respondía a sus numerosos requerimientos para que abrieran la puerta.
El Cuerpo Nacional de Policía también trasladó ayer ante el juez al marroquí A.K., persona acusada de haber atacado con un cuchillo de 30 centímetros un conocido saharaui en la calle Galicia de ses Figueretes. Según el denunciante, éste terminó con la nariz rota después de que el agresor le propinara un cabezazo en la cara cuando pudo zafarse de su oponente y agarrarle el brazo en el que portaba el cuchillo.
El afectado indicó que todo sucedió sobre las nueve de la noche del pasado viernes cuando tras llamar a una prima suya con la que presuntamente quería mantener relaciones el acusado, éste le persiguió por la vía pública con otros dos individuos.
La policía posteriormente se incautó del cuchillo utilizado en este hecho tras llevar a cabo una batida en la calle y hallar dicha arma bajo un coche estacionado. Tras ello, y tras atenderse al herido, se arrestó al sospechoso como posible autor de un delito de lesiones, cargo por que el ayer fue presentando en el juzgado de guardia.
La policía detuvo al propietario de un locutorio de la calle General Juan Pereira después de que la ex mujer de éste, también dueña del negocio, le acusara de insultarla tras exigirle las cuentas. La mujer aseguró que, tras su separación, días atrás cerró la puerta del local e intentó ahogarla y que en otra ocasión también abusó de ella.