Los funcionarios de los Juzgados de Eivissa vuelven a movilizarse. En esta ocasión no son reivindicaciones sindicales lo que sustenta su protesta sino las duras condiciones de higiene y calor que tienen que soportar en sus puestos de trabajo, problemas que se agravan especialmente al llegar el verano por el calor y la humedad. Todos los martes y jueves habrá paros de 20 minutos hasta que se acabe con la situación de «insalubridad» que reina en el Palacio de Justicia de la avenida Isidoro Macabich de Vila.
La medida acompaña a una nueva denuncia que, como ya se informó, fue presentada ante la Inspección de Trabajo. Jueces y fiscales, así como los colectivos profesionales de abogados y procuradores, también apoyaron estas reivindicaciones. El problema es que no hay visos de inmediata solución. Se han pedido equipos que palien la situación mientras se instala un sistema general de aire acondicionado -se espera que antes de que acabe el verano- pero la Gerencia de Justicia no atiende, según los trabajadores, esta petición porque «no hay presupuesto».
A las diez de la mañana de ayer, uno de los juzgados registraba en un termómetro una temperatura superior a los treinta grados. Los funcionarios, tras una iniciativa de los vigilantes de seguridad del inmueble, también decidieron, en la medida de lo posible, apagar luces y cualquier fuente de calor, acción que redujo la luminosidad de algunas zonas del edificio. En los juzgados de Primera Instancia de la primera planta, se han quitado puertas y liberado espacios para «permitir que corra el aire». El portavoz del sindicato CSI-CSIF, Juan Nieto, señaló que, una vez más, se relatan en la citada denuncia numerosas deficiencias, entre ellas, 30 faltas graves relacionadas con el sistema eléctrico. La planta sótano del edificio, donde se encuentran los archivos, también fue sellada y cerrada al púbico después de ser desinfectadas.
Los propios funcionarios no dudaron ayer en calificar de «infierno» la situación, con «temperaturas de altos hornos», cercanas a los 38 grados en el interior del edificio.
El juez decano, Juan Carlos Torres, recordó que la situación es «muy grave», se preguntó «si en Balears o en España hay otro edificio judicial en estas lamentables condiciones». En sus palabras, además, ahondó en «lo inédito, insólito e inaudito de esta situación». Nieto también comentó que después de las últimas lluvias volvieron a desbordarse las fosas sépticas del sótano provocando «una gran plaga de moscas y bichos». Según, el portavoz sindical la falta de aire acondicionado es «la puntilla» que corona una larga lista de deficiencias, ya que, ha denunciado, los expedientes y pruebas judiciales se amontonan en pasillos, balcones, terrazas y servicios púbicos «sin ningún control». Estos problemas, asímismo, se sufren en un inmueble completamente obsoleto donde no existen salidas de emergencias y donde cada semana hay incidentes por problemas en los ascensores u otras circunstancias.