El sospechoso, un joven de nacionalidad marroquí de 25 años, se enfrentaba a un año de prisión después de que el fiscal entendiera que podía haber cometido un delito de quebrantamiento de condena tras supuestamente vulnerar la orden de protección que existía a favor de su ex compañera.
La ex pareja del acusado circulaba en un coche cuando una amiga que iba en ella en el mismo vehículo le advirtió de que el que hasta poco había sido su novio iba detrás de ella montando en una moto. El suceso ocurrió el pasado 1 de noviembre. La afectada bajó inmediatamente del coche e interceptó la marcha del hombre al que luego denunció, coincidiendo de que ambos abordaban en ese mismo momento el tramo que hay frente al cuartel de la Guardia Civil de Santa Eulària. La juez Clara Ramírez de Arellano explica en su sentencia absolutoria que no hay ninguna prueba que confirme que estuviera habiendo una persecución. A todo ello se une que la afectada dijo en la vista no estar segura de en ese preciso momento estuviera siendo acosada, así como el hecho de que no compareció en la vista la amiga que iba con ella.
«El acusado manifestó que iba circulando con su motocicleta y, de repente, la víctima se puso en medio de la calle y le paró, al tiempo que le gritaba que por qué la perseguía.
Éste dijo que no la estaba siguiendo y le preguntó que por qué le paraba. Además, declaró de que ni siquiera se apercibió de que la mujer estuviera en esa calle», recoge dicha sentencia.
El fallo ahonda en lo ocurrido cuando añade: «Ella se asustó y pararon el coche. Mientras que la acompañante iba al cuartel de la Guardia Civil, ésta se puso en medio de la calzada y dio el alto a la moto del sospechoso». La magistrada valora, además, que por esta acción el sospechoso se vio obligado a tener una conversación cara a cara con ella sin que tampoco haya pruebas de que éste la buscara.
Durante el juicio la mujer explicó que se decidió a denunciar porque en otras ocasiones anteriores,se había sentido acosada después de haberlo visto varias veces cerca de donde estaba en distintos lugares de Santa Eulària.