El juez Santiago Pinsach, titular del juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa y magistrado que ayer estaba de guardia, ordenó poco antes de las tres de la tarde el ingreso en prisión, sin derecho a fianza, de las cuatro personas que por el momento ha sido detenidos en la primera operación antidrogas que se concreta este año en la isla.
Sólo uno de los cuatro sospechosos, todos ellos ibicencos o con amplio arraigo en la isla, reconoció traficar con las drogas. Los otros tres aseguraron ser tan sólo consumidores. A su vez, estos tres últimos aseguraron no conocerse entre sí y manifestaron su sorpresa cuando se les informó de que estaban siendo investigados por supuestamente formar un grupo que distribuía cocaína y hachís entre numerosos consumidores y «clientes» que se cree se abastecían de esta red, según fuentes ajenas a la investigación.
La Guardia Civil, a través del Equipo de Delincuencia Organizada Antidrogas (Edoa), halló estupefacientes en tres de los cuatro registros que se practicaron en distintos puntos de la isla, interviniendo una cantidad próxima a los 300 gramos de cocaína y otros 200 gramos de hachís, así como pequeñas cantidades de marihuana, explicaron las mismas fuentes. Según la información recogida por este periódico, los sospechosos tenían una vida aparentemente normal y su arresto ha causado una gran consternación en sus círculos más cercanos. Entre los detenidos figura un padre de familia residente en Puig den Valls y un acreditado profesional de la mecánica con trabajo en un concesionario de la isla. Al parecer, en el primero de los casos ni siquiera sus más íntimos sospechaban que esta persona pudiera tener relación alguna con la droga.
Los cuatro detenidos quedarán en los próximos días a disposición del juez Pablo Mendoza, titular del juzgado de Instrucción número 3 de Eivissa y responsable de las distintas diligencias que se han llevado a cabo después de que la Guardia Civil comunicara al juzgado la localización de un grupo de vecinos de la isla que movía continuamente cantidades de droga para su distribución entre los consumidores.
Análisis
Durante la fase de instrucción, actualmente bajo secreto de sumario, también se procederá a enviar al laboratorio la droga decomisada para conocer o no su grado de pureza. En este caso, se intervinieron 150 gramos en uno de los domicilios otra cantidad similar en otra de las casas y una cantidad menor, unos 30, en el tercer registro que dio positivo. En solo uno de los registros, al parecer, se halló hachís. Los análisis aclararán si la cocaína intervenida, por su pureza, acaba de ser introducida en la isla y estaba pendiente de su «corte» para su posterior distribución. Si fuera así, los traficantes de la isla hubieran podido, una vez realizadas las manipulaciones oportunas, doblar la cantidad de droga que podría ser distribuida entre sus clientes.