Dos de los afectados por el derrumbe del edificio de la avenida de Sant Josep donde la empresa Viajes Barceló tenía su sede central anunciaron ayer que iban a empezar una huelga de hambre en la puerta de los juzgados de Eivissa después de que hayan pasado ocho años sin que haya habido ningún juicio ni se hayan percibido indemnizaciones por lo ocurrido.
El desplome de dicho inmueble, que estaba en obras, tuvo lugar el 21 de enero de 2001 sobre las ocho de la mañana. Fue necesario desalojar a 20 vecinos del edificio colindante. Los trabajos se realizaban sin licencia.