V. M. / J. J
A las tres de la madrugada del domingo al lunes, la Policía Nacional acudió a un domicilio de Palma alertados por la denuncia de una mujer que aseguraba muy nerviosa que su acompañante había se había encerrado en un cuarto y había matado a su perro.
Cuando los agentes llegaron se encontraron con una escena especialmente cruda: el hombre había destrozado literalmente a puñaladas al animal, al que, aparentemente había colgado para después abrirlo en canal. A continuación introdujo en un saco al animal.
Las paredes de la habitación estaban manchadas de sangre, lo que demostraba que el agresor se había ensañado con el can. Se trataba de un perro de tamaño grande: un husky siberiano.
Muy alterado
El hombre estaba visiblemente alterado y en una actitud violenta. Los agentes que se personaron en el apartamento le detuvieron, como medida de precaución por si decidía hacer daño a la mujer. En la mañana de ayer, el presunto agresor pasó a disposición judicial, donde declaró que había cargado contra el animal porque había «oído voces».
En libertad
A media mañana quedó en libertad con cargos por maltrato contra los animales. Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía también avisaron a la protectora de animales para que se hicieran cargo del cadáver del perro.