Los responsables policiales mostraron ayer su satisfacción porque las medidas que se habían puesto en marcha habían permitido frenar la presencia de fiestas ilegales en el municipio, así como combatir la celebración de botellones, problema este último que se había detectado especialmente en Sant Rafel.
La directora insular indicó que hasta ahora había habido «tres o cuatro» intentos de montar fiestas ilegales en Sant Antoni y todos ellos habían sido abortados gracias a la colaboración ciudadana y la intervención de los agentes. «Todo esto no trae nada ni bueno ni positivo para la isla», afirmó Hernanz. Asimismo está previsto mantener un estricto control a embarcaciones y golondrinas para evitar que se produzcan situaciones de descontrol.