«Primero me pidió que le consiguiera hachís para fumar porros, luego me quería acostarse conmigo a cambio de 50 euros. Le dije a todo que no y más tarde me encontré a su padre con dos cuchillos diciéndome que me iba a matar». Éste fue el alegato de defensa que realizó ayer en su juicio el joven magrebí residente en Santa Eulària que días atrás fue acusado de realizar tocamientos a una adolescente de 16 años tras presuntamente entrar en el domicilio de la menor cuando no había nadie en su casa. El fiscal pidió un año de cárcel para el sospechoso, quien en todo momento negó haber entrado en dicha casa.
La adolescente relató horas después a la novia de su padre que dicha persona, vecino suyo y quien habitualmente dejaba fruta en la puerta de las casas de la zona, había entrado cuando ella dormía y le había sorprendido tocándole la espalda y los glúteos. «Le pedí que se fuera. Intentó quedarse pero se marchó diciéndome que cómo se iba a ir él así», explicó la afectada haciendo referencia a que el acusado sufría una erección.