Una mujer natural de Barcelona fue detenida anteayer en el aeropuerto de Eivissa después de que ocasionara un grave altercado cuando se dirigió al personal de la compañía Vueling y le informaron de que no podía tomar el vuelo que ella pretendía, al parecer, porque presentaba un claro estado de excitación que podía poner en peligro el desarrollo del viaje.
Según la información recogida por este periódico, la pasajera, que posiblemente quería regresar a Barcelona, acabó insultando y agrediendo a todo el mundo, incluso a los agente de la autoridad que acudieron a la emergencia, después de que, a juicio de los empleados, se valorara la posibilidad de que dicha persona fuera muy bebida o bajo los efectos de estupefacientes. Algunas fuentes señalaron que el incidente se produjo justo cuando la sospechosa, que ayer pasó a disposición judicial acusada de un presunto delito de atentado, se presentó en la ventanilla exigiendo que le despacharan un billete.
Esta es la tercera persona, según ha trascendido, que es detenida en el aeropuerto de Eivissa con motivo de un incidente aéreo o un hecho que podía poner en peligro un vuelo.
Días atrás se arrestó al pasajero de otro vuelo, también de la compañía Vueling, que agredió a un niño de un año mientras tenía una disputa con su pareja. A dicho individuo se le comunicó su detención cuando desembarcó después de que la tripulación informara de lo sucedido. Igual de grave fue lo ocurrido en un vuelo procedente de Dublín cuando un turista irlandés agredió en pleno vuelo a otro pasajero con el que había tenido una discusión en el momento del embarque. La escena, con más golpes para las azafatas, se repitió instantes después de que el aparato tomara tierra en Eivissa.