El británico T.D.C., de 31 años, pudo ser reducido después de que terminara en la zona de Aduanas del aeropuerto de Eivissa tras enfrentarse al menos a cinco agentes de la Guardia Civil y destrozar una mesa de este departamento. El sospechoso, muy excitado y sin que se descarte de que fuera bajo el influjo de alcohol y estupefacientes, fue llevado a este lugar minutos después de que se requiriera la presencia de los agentes de la autoridad en un vuelo procedente de Inglaterra en el que un pasajero había terminado enzarzado en una violenta pelea con otro ocupante del aparato, recién aterrizado.
La Guardia Civil puso ayer a disposición del juzgado de guardia. El acusado se reconoció autor de un delito de atentado que se le imputaba y aceptó una condena de un año de cárcel, así como indemnizar a cuatro de los cinco agentes perjudicados con una suma que en su conjunto alcanzaba los 1.020 euros.
Mesa destrozada
El turista, además, se comprometió a hacer frente a una indemnización de 823 euros por la mesa que rompió en la disputa con los guardias civiles.
El incidente tuvo lugar en la noche del pasado sábado después de que llegara a Eivissa un vuelo procedente de Newcastle de la compañía Thomson. El conflictivo pasajero, al parecer, había tenido sus más y sus menos durante el trayecto con otro ocupante del avión. La disputa estalló definitivamente cuando el avión se hallaba estacionado en el parking 22 del aeropuerto y los pasajeros se disponían a bajar del aparato. T.D.C. fue llevado hasta la zona de seguridad de la terminal en un intento por calmarlo. Sin embargo, su agresividad le llevó a atacar directamente a todos los agentes que allí se encontraban. Cinco guardias civiles resultaron heridos leves, según el atestado policial. Uno de ellos, sin embargo, renunció ayer en el juicio a cualquier indemnización al considerar sus lesiones de nula importancia.