Sorprendida por la Guardia Civil cuando se iba de la isla con un televisor y un cuadro de la pintora ibicenca Antonia Juan Canals de 80x60 centímetros pertenecientes al mobiliario de los apartamentos en los que se alojaba y con una cuenta de estancia pendiente de 250 euros. Esto fue lo que le sucedió a una joven que trabajaba como camarera en una discoteca de Sant Antoni y que ayer tuvo que sentarse en el banquillo para enfrentarse a un año de prisión por un delito de hurto y una multa de 210 euros por otro de estafa.
La acusada reconoció en su juicio todos los hechos que se le imputaban a excepción del robo del cuadro, pintura tasada por lo bajo en 400 euros y que, según su testimonio, creyó que era propiedad de una compañera de piso que se lo había dejado.
La Guardia Civil la detuvo cuando embarcaba para irse después de que el dueño de los apartamentos de Cala Llonga donde la acusada había estado durante 15 días se marchara sin pagar la cuenta y se descubriera la ausencia de dos televisores y del cuadro, una obra de arte abstracto y con colores rojos llamativos.
Otro aparato
El propietario afectado señaló que luego, tras el arresto de la sospechosa se aclaró que el otro televisor que había sido echado en falta podía habérselo llevado otra persona, sustracción por la que hay en marcha otras indagaciones policiales.